14 de abril de 2009

Carta Abierta

Xeniópolis, 2009.

A los interesados, con cariño:

Mi nombre es Bolboreta Curda, no busquen en él significado alguno porque no lo encontrarán. Yo soy un espíritu libre, fantasmagórico, incorpóreo que me encarno a la presencia de cualquier movimiento artístico que desde el sitio más insospechado de mi mente ordeno realizar, no tiranizo sólo propongo y mis apóstoles ejecutan.

Soy todos, y a la vez soy único, busco que cada paso, que cada sensación, que cada salto, sea dotado de la mayor credibilidad y sensibilidad posible. En esos actos aislados pero encadenados, se ilustran mis obsesiones que son las de todos. Por eso cada orden dada no es más que una declaración de intenciones de alguna mente que he leído con antelación.

Bajo mi nombre les ofrezco un techo conceptual, que los guarde y refugie de las banalidades futuras y –jodidamente- necesarias que hoy en día nos abducen.

Mi forma corpórea es efímera e intrascendente, en realidad nunca nadie me ha visto y he decidido prescindir de los espejos que sólo nos muestran la realidad de lo que queremos ver. Me guío y guío a los demás por el mensaje, puedo ser el carnicero de la esquina de vuestra casa, el guitarrista que pega un solo en el escenario o la niña con el uniforme del parvulario.

Mis testaferros escuchan lo que tengo que decir y luego lo aplican, tienen voces y cuerpos diferentes, mentes diferentes, lenguas diferentes pero entre ellos soy el nexo de unión; soy ellos sumidos en un sueño donde me sueñan y donde yo los había soñado antes, aunque en realidad el tiempo de las creaciones es un dato sin importancia al lado de la obra que acaba de comenzar.

Disfruten…

Bolboreta Curda.

imos en busca da revolución.